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LA VENGANZA DE CTHULHU

El fantasma de un monstruo recorre el mundo. Desde las profundidades de su oscura morada, un monstruo muerto espera dormido. Pues nunca está muerto aquello que puede existir por la eternidad. Y en ciertas eras extrañas, hasta la muerte puede morir. Y así, éste es un monstruo que trasciende la muerte, que trasciende al individuo, que trasciende los valores de la sociedad burguesa. Las fuerzas de Europa y Norte América se han unido en Santa Cruzada para acosar a esta fuerza que empieza a despertar. Han sentido el frío de su inminente destrucción alrededor de sus cuellos… invisible, aún inmaterial… pero cierto e inevitable.


La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Durante el último siglo, ésta lucha se ha encrudecido, llevando a la humanidad a vivir en el filo de la guerra, la represión, la violencia y la incertidumbre, tratando de sobrevivir en un mundo cada día más caótico.


Los grandes capitales de todo el mundo han utilizado a los gobiernos como simples marionetas que, mientras con la mano derecha administran los recursos favoreciendo a sus titiriteros y vendiendo cada vez más cara la vida para los desposeídos, con la mano izquierda golpean a todo aquel que tiene la osadía de exigir mejores condiciones para vivir. El Estado disfrazado de benefactor, liberador, progresista y democrático ha utilizado la violencia y el espectáculo para mantener y ampliar sus imperios económicos, y ¿por qué? Porque la economía es la base donde se cimentan todos los beneficios y maleficios de la humanidad: la política, la religión, la educación y la ciencia son controladas por el dinero y por quien lo tiene.


Es casi imposible voltear a algún rincón de este planeta donde no se desarrolle la lucha de clases: el concepto de “nación” ha quedado rebasado por el imperialismo y su economía neoliberal; las fronteras existen únicamente para mantener separadas la pobreza, la miseria y el hambre de un pueblo con el otro, mientras unos cuantos caminan por el mundo libremente consumiendo todo a su paso, sin dar importancia alguna a otra cosa mas que al dinero y el poder.


México no es ajeno a esta situación, al contrario, es un ejemplo claro y palpable de cómo mantener a un pueblo dominado, con una receta que han perfeccionado a lo largo de los años: primero necesitamos un país rico en recursos naturales y fuerza de trabajo para explotar; destrozamos su campo y su industria con tratados de libre comercio; aislamos a las comunidades y saturamos la ciudad para tener un mercado comercial amplio y profundizar las diferencias sociales; después, rellenamos a la población hasta el hartazgo de espectáculo basura, telenovelas, futbol, música plástica, internet y drogas para disfrazar su miserable situación; y por último sembramos el terror en todos los rincones de la mente de las personas, repitiéndoles una y otra y otra vez, las escenas más grotescas de la vida, el robo, el secuestro, la violación, el asesinato, la desaparición y la tortura.


El resultado de este perfecto plan de desarrollo económico imperialista es el que vivimos: más de un millón de personas entran por la puerta principal de la pobreza cada año, mientras, como “nación”, albergamos a 5 de las familias más ricas de Latinoamérica (Slim, Baillares, Larrea, Salinas y Azcarraga). Por 50 años, la SEP se dedicó a dar un plan de estudios deplorable y ahora se convirtió en un delicioso pastel del cual los ricos del mundo y los partidos políticos que los representan han empezado a comerse en pedazos; las pruebas educativas nos promedian con 6.8 en nivel de educación básica, condición que creó el sistema y que ahora usa como justificación perfecta para su privatización; el campo mexicano está en proceso de abandono, miles de campesinos migran y son tratados como delincuentes en Estados Unidos, donde trabajan los campos de los cuales importamos el maíz para las tortillas que nos comemos todos los días; la seguridad, la salud, el transporte, los energéticos… casi todo en absoluto esta terriblemente mal.


México, América, el mundo entero camina herido por el cuchillo del capitalismo, que sigue enterrándolo cada vez más fuerte y profundo en las entrañas de la Tierra. Pero ya esta llegando la hora de la venganza para el pueblo, con cada estocada de los poderosos despiertan una fuerza que no podrán controlar y que no se detendrá hasta desaparecer a toda su clase, hasta verlos a todos sumidos en lo más profundo de la oscuridad y la locura sin sentido en la que ellos mismos nos han obligado a existir.


Acteal, Atenco, Ayotzinapa y todas las heridas que siguen abiertas, no representan la muerte de los espíritus que buscan un cambio. Cada herida a hecho crecer la rabia y el odio, este sistema nos esta conduciendo a destruirlo, con cada desaparecido, torturado o preso político hacen que el monstruo que vive en cada uno de nosotros despierte y empiece a provocar pesadillas en la mente de la burguesía.


Con este material editorial buscamos seguir despertando a ese monstruo, que haga valer la lucha de clases y que la historia siga, pero que ésta vez, sean los antes vencidos, los dominados, los desposeídos, los “nadies”, quienes la escriban. Buscamos ir eliminando aquel terrible miedo a lo desconocido, aquel velo de lucesitas y espejos e ignorancia que nos hace ver al represor como un monstruo mitológico, mientras nos oculta la verdad: es el mismo represor quien en realidad tiene miedo. Él no es el monstruo: nosotros lo somos. Nosotros, que habitamos en la sombra de la explotación y la pobreza, somos el monstruo que ha asesinado a la muerte. Y el monstruo despierta.


Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn. Ïa, Ïa! Cthulhu fhtagn! - Howard Phillips Lovecraft.


- Editorial La Rejas Negras


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